La función del embalaje es proteger lo que se transporta en su interior, por ello puede resultar dañado durante el transporte, por eso te recomendamos que asegures de que dicho embalaje no tenga ninguna fisura o esté deteriorado. 

No olvides revisar todas las solapas de cierre, pues deben permanecer intactas.

Es fundamental elegir cajas del tamaño adecuado a lo que se envía, ya que superar las especificaciones de peso podrías romper la caja y por lo tanto dañar su contenido.

Para cubrir adecuadamente los objetos dentro de tu caja, recomendamos utilizar material acolchado, en el fondo, en los laterales y en la parte superior. También es adecuado envolver de uno en uno si se trata de varios objetos para evitar que estos choquen entre sí.

Si estos objetos incluyen algún tipo de filo o punta, deberás de cubrirlo con especial atención para evitar que dañe el paquete o a quién vaya a llevar la manipulación del mismo.

No precintes el paquete hasta comprobar que los objetos. y objeto están perfectamente sujertos, y no bailan en el interior, pudiendo golpear las paredes.

Aplica la cinta adhesiva en las solapas de cierre de la caja, pudiendo dar más de una vuelta sobre la caja si fuese necesario, aunque para evitar esto, recomendamos la utilización de un cinta suficientemente fuerte.

En caso de que hayas colocado la etiqueta recuerda que no debes taparla, pues el mensajero siempre ha de poder tener acceso a la misma de un modo sencillo.

Para finalizar, si todavía no lo has hecho, coloca las etiquetas con la dirección del envío, preferiblemente en la parte superior de la caja. Evita pegar las etiquetas en los cierres, las esquinas o cerca de la cinta adhesiva, para que esta se mantenga intacta el mayor tiempo posible